Singapur
Ultimamente he estado pensando que lo mejor hubiera sido vivir un año aquí. Dos es demasiado. De las cosas que me gustan de vivir aquí: Es un lugar muy seguro, limpio, ordenado, con un gobierno eficiente. Mi calidad de vida definitivamente mejoró en comparación con México, sobre todo en el sentido de que no tengo que manejar y que trabajo a tres minutos (a pie) de donde vivo. De las cosas que no me gustan: El clima. Demasiado calor, demasiada humedad. En esta época del año, particularmente sale uno de bañarse y ya estás sudando de nuevo. Odioso. La comida. Es insípida. Y a menos que uno coma en un restaurant caro y de preferencia de comida occidental, el servicio es pésimo. La gente es grosera. Me da la impresión de que el hecho de que los meseros ganen un sueldo que no depende de las propinas no ayuda mucho. Además, noto que la gente cuando va a comer como que lo ven como una acción necesaria. Su cuerpo necesita comida. Punto. No es un momento para disfrutar. Tongui traga en la oficina, lo que la deja apestosa a comida. Unas cosas aceitosas olorosas a fritanga en mal plan. Y además, comen con la boca abierta. Que desesperación.