martes, abril 26, 2005

Y sigue la mata dando

Parece ser que el asunto ese del desafuero sigue ocupando las primeras planas de México. Triste. Patético. Hubo un intento de iniciar una dicusión el la lista de mexicanos en Stanford, mismo que se sugirió fuera trasladado a otra parte. De hecho, salvo los mensajes enviados por una persona invitándonos a una protesta por el desafuero, los demás fueron de rechazo o de cuestionamiento hacia el porqué protestar porque alguien que violó la ley tenga que asumir las consecuencias de sus actos. Claro, no faltó quien se desgarrara las vestiduras diciendo que México era injusto, que al tal Aldana le habían perdonado sus sinvergüenzadas y no sé que más. Completamente de acuerdo con ello. Pero entonces, mi lógica humilde me dice que debiéramos protestar porque a otros bribones no se les está llevando a juicio, no porque a este bribón si se le lleve. ¿O no?
En fin. Pérdida de tiempo. Y hasta me duele la panza nada más de leer los encabezados, sobre todo de la Jornada. Hasta una foto del AMLO llorando tienen. Jesús nos ampare de que el fulano ese llegue a la presidencia. Como bien diría mi buen Javier Quezada, no hay nada peor que un pendejo con iniciativa... y aparentemente este tiene mucha.

Pasando a otra cosa, regreso de Barcelona. Feliz. La pasé bien. Saludé amigos, discutí ideas, conocí lugares. Ahora traigo revueltas en la cabeza varias cosas para pensar. Pero bueno, no quiero revolver el contenido de este blog con el del otro que uso para aspectos más técnicos. Simplemente decir que disfruté estar en un sitio donde puedo hablar nuevamente mi idioma de corridito.

Viene un fin de semana largo. Probablemente me vaya a KL a disfrutar del puente.

Noticias locales, la construcción de los casinos en Singapur. Algunos se quejan de que en realidad el gobierno ya había tomado la decisión y bueno, el asunto del debate fue más para aparentar otra cosa. En fin. Asunto interno de Singapur en el que no creo deba meterme. Pero simpático observar desde la barrera.

jueves, abril 14, 2005

Empachado

Asi es como me encuentro. Empachado de leer tanta sandez sobre el famoso desafuero. Ahora nada mas falta que decidan canonizar a San Andrés Manuel por ser el defensor de los oprimidos. Canonizado debiera ser pero por encabezar a los populistas. Me espanta la posibilidad de que llegue a la presidencia. Y no con ello quiero dar a entender que me agrada mucho cualquiera de las otras posibilidades. La verdad es que tan malo el pinto como el colorado.

Creo que lo que México necesita es un dictador. A estas alturas del partido, si es que alguien está leyendo esto o se persignó o vociferó al menos mentalmente dos que tres refrescadas para el atribulado redactor de estas líneas. Pero permítaseme una explicación. Las democracias funcionan más o menos bien cuando el pueblo tiene un cierto nivel de educación y civilidad. Cosa que, perdónenme mucho, los mexicanos no tenemos aún. Y no hay que ir muy lejos. Analicemos cómo actuamos nosotros mismos. México tiene riqueza, pero tenemos un aparato de gobierno corrupto y por tanto ineficiente. Es claro que el simple hecho de tener un gobierno autoritario no garantiza mucho. Basta recordar el período de gobierno de don Porfirio. Se necesita que ese gobernante todo poderoso sea un verdadero patriota. Que sin preocuparse por sus 'ratings' en las encuestas haga lo que se tiene que hacer para que ese país salga de donde está. Alguien podrá decirme que ya tuvimos personajes todo poderosos. Cierto. Pero todos ellos temerosos, o al menos cuidadosos de su imagen. El último caso, claro es de Carlos Salinas. De Zedillo ni hablamos. Es mas, ni me acuerdo de si realmente fue presidente o sólo lo imaginé. ¿Y del actual? Su extremadamente larga lengua, fruto tal vez de su desconexión con el cerebro, lo han caracterizado.

El punto es que en los hechos, todos nuestros gobiernos han buscado el bien de unos cuantos. No el de las mayorías. ¿Y las mayorías? Bien, gracias. Ahi pasándola. ¿No?

Hace algún tiempo pensé en que un verdadero federalismo nos haría bien. Y aún lo sigo creyendo. Delegar poder. Que un vecino de mi colonia tenga el poder de recorrerla y multar o mandar multar a quienes tiran basura en la calle o no la mantienen limpia. A reportar o incluso ejercer los recursos necesarios para reparar un bache, reparar un semáforo descompuesto o castigar al dueño de un predio abandonado por no circularlo... pero para que este esquema tan bonito funcione no se requiere un mexicano que ame su patria. Se requieren muchos. ¡Chi... do! ¿Qué no los hay?

En lugar de andar como viejas verduleras recogiéndonos el mandil y aventando el rebozo para atrás mientras salimos apresuradamente a la calle a protestar por el "atropello" que la justicia hace al condenar a un delincuente, deberíamos de mantener nuestra calle limpa, preguntarnos qué demonios hace nuestro hijo con una lata de pintura en la casa o aventar las llantas viejas en el primer lote baldío que vemos. ¿Cuándo iremos a cambiar?

Que AMLO se defienda como lo haría cualquier hijo de vecino. Si es inocente que lo pruebe. ¿Porqué no en lugar de rasgarnos las vestiduras proclamando que la democracia ha muerto en México, no nos dedicamos a mejorarlo?

Por cierto, hoy leí con agrado que Rocío Corona, diputada Jaliscience está promoviendo la desaparición del fuero. Eso me parece acertado. Los primeros que debieran cumplir las leyes son aquellos que las hacen, que las ejecutan y que las mantienen. Dejémonos ya de payasadas y pongámonos a trabajar por el bien de ese país. Y hablando de ello, voy a lo mio. Ya me desahogué un poco. A trabajar ahora.

miércoles, abril 13, 2005

Singapur

Ultimamente he estado pensando que lo mejor hubiera sido vivir un año aquí. Dos es demasiado. De las cosas que me gustan de vivir aquí: Es un lugar muy seguro, limpio, ordenado, con un gobierno eficiente. Mi calidad de vida definitivamente mejoró en comparación con México, sobre todo en el sentido de que no tengo que manejar y que trabajo a tres minutos (a pie) de donde vivo. De las cosas que no me gustan: El clima. Demasiado calor, demasiada humedad. En esta época del año, particularmente sale uno de bañarse y ya estás sudando de nuevo. Odioso. La comida. Es insípida. Y a menos que uno coma en un restaurant caro y de preferencia de comida occidental, el servicio es pésimo. La gente es grosera. Me da la impresión de que el hecho de que los meseros ganen un sueldo que no depende de las propinas no ayuda mucho. Además, noto que la gente cuando va a comer como que lo ven como una acción necesaria. Su cuerpo necesita comida. Punto. No es un momento para disfrutar. Tongui traga en la oficina, lo que la deja apestosa a comida. Unas cosas aceitosas olorosas a fritanga en mal plan. Y además, comen con la boca abierta. Que desesperación.

viernes, abril 08, 2005

¿Desafuero o no?

Bueno. Esta es mi primera experiencia con un blog. Supongo que era sólo cuestión de tiempo. La conjunción de mi inquietud por escribir y el hecho de que estoy prácticamente todo el día frente a una computadora hacían que la probabilidad fuera alta hasta convertirse en uno ahora. :)

Hoy (ayer en México) se decidió el desafuero de Andrés Manuel López Obrador. Circunstancia que ocupa los encabezados de la mayoría de los diarios -al menos los que puedo accesar por internet. Es un hecho remarcable, aunque honestamente no creo que precisamente para el bien del País. Y no lo creo por varias razones. La más importante tal vez sea que el proceso ha estado tan politizado que ahora es difícil saber quién tiene la razón. Durante este tiempo que he estado fuera de México he podido observarlo más críticamente, comparar por supuesto con otros países y sobre todo quererlo más.

Primero que nada, yo soy de la idea de que la ley debe aplicarse de manera irrestricta trátese de quien se trate. No estoy, ni estaré de acuerdo con la existencia de figuras jurídicas como el fuero o el amparo. Desde mi punto de vista tales cosas no son mas que parches de un sistema legal lleno de contradicciones y huecos. Esto último no es del todo sorprendente. Las leyes las redactan humanos. Los humanos somos falibles. Pero, volviendo al punto. Anoche, cenando con un amigo, Andrew, comentábamos del caso de unas personas que hace unos meses fueron arrestadas en Singapur por posesión y consumo de drogas. Para la mayoría la pena fué de algunos meses de cárcel más unas multas importantes. Entiendo que prácticamente todos eran parte del "jet set" singapurense. Comentábamos también que entre ellos había una persona que poseía más droga que el resto. Por unos cuantos miligramos se salvó de la pena de muerte. Me parece que su sentencia fué de 6 años de cárcel y 5 azotes con la caña. Por lo que me decía Andrew, la ley en ese sentido es simple. Si quien es arrestado posee más de una x cantidad en gramos de la droga, no hay vuelta de hoja. Significa tráfico de drogas, ergo, pena de muerte. Así de sencillo. Ni juicios, ni abogados, ni intercesiones divinas. Pena de muerte. Punto. Qué bonito. Lógica pura. Si A entonces B.

Regresando a mi México querido... no tienen idea de cómo me lastima, me avergüenza y me molesta a veces leer los diarios. Al país se lo está cargando el payaso (nada nuevo, eso ha venido ocurriendo desde antes de que yo naciera, sólo cambia el nombre del payaso), y los mexicanos... bien gracias. Haciendo marchas para defender al ciudadano jefe de gobierno del DF, o ufanándose de que lograron evadir al Estado Mayor Presidencial y se le apersonaron al Presidente en un mítin para gritarle de cosas. ¡Qué gran logro! Seguramente deben estar muy orgullosos quienes hacen esas cosas. Y deben sentirse patriotas. Vergüenza debieran tener.

Quiero mi país, y me da tristeza ver cómo sigue adormilado... y me da desesperación saber que no puedo hacer nada para cambiarlo...

En fin. Debo regresar al trabajo por ahora... luego seguiré con esto.. que me falta mucho por decir.