sábado, septiembre 02, 2006

Informe presidencial

Por cuestiones del trabajo me tocó estar hoy en la Ciudad de México. El primero de septiembre es desde hace muchos años la fecha en la que el Presidente de la República presenta su informe sobre el estado de la administración pública. Hoy, 1° de Septiembre de 2006 no fue la excepción. Sin embargo, sí me indigna el hecho de que por los desmanes de un grupo de legisladores no se le haya permitido, de facto, el ingreso al Palacio Legislativo. Es cierto, leer el informe es una costumbre, pues la ley (Artículo 69 de nuestra Consititución) sólo marca que el Presidente debe entregarlo a la Legislatura. Me molesta mucho ver cómo un grupo de mexicanos (y quiero pensar que a lo mejor muchos de ellos actúan de buena fé) lidereados por un tipo que definitivamente debe estar mal del cerebro altera nuestra vida cotidiana. Me irrita pensar que si no hacemos algo por frenarlos estos tipos, cual plaga, irán buscando y encontrando formas de alterar nuestra paz. Entiendo también a la perfección que actuar de otra forma por parte de la autoridad pudiera desatar una violencia que nadie queremos. Pero ya antes hablé y lo reafirmo de que creo que la libertad de unos termina donde empieza la de otros. Honestamente creo que es momento de parar esta falsa resistencia. Ojalá esos rijosos entiendan que no queremos que sigan haciendo esos desmanes. Qué terrible cosa. La verdad no pensé que fuera a tocarme ver esto.

Y ahora claro que algunos hablan nuevamente de la libertd de expresión y en aras de ella intentan justificar sus acciones ilegales. Estoy de acuerdo con que los monitos del PRD pudieran no querer escuchar el mensaje del Presidente. Estan en su derecho. Pero yo TAMBIÉN estoy en mi derecho de escucharlo. Una cosa muy diferente hubiera sido que en pleno ejercicio de su derecho de no escuchar se salieran del recinto o se taparan las orejas... pero eso hubiera sido civilizado, una palabra que no parecen conocer. No hubiera creado el borlote ni las primeras planas que sí creo su otra acción. Eso es simplemente lo que buscan. Hacer borlote. Pobres monos (y aquí sí uso la palabra mono en su interpretación correcta y no figurativa).