lunes, noviembre 21, 2005

Regresando de Indonesia

Asi es. Parece telenovela, pero resulta ser que cuando llamé a la agencia de viajes para cancelar, me preguntaron si era por miedo a bombazos o esas cosas. Les dije que no, y les expliqué mi razón. Ante tal circunstancia ofrecieron realizar el trámite de la visa por mi, por una módica cantidad extra. Claro que acepté encantado, pues realmente quiero ver Borobudur. Total que todo en orden, y el viernes salí a Yogjakarta, con escala en Jakarta. Luego un taxi a Manohara hotel. El hotel estuvo bien, pero mi cuarto olia a algo.. yo creo que ha de ser la humedad. En fin, me fui a hacer mi primer recorrido por el templo, que queda a cosa de 5 minutos caminando desde mi habitación.

Es una mole impresionante, llena de estatuas de buddha. Practicamente todo construido con roca volcánica. Negro. El templo está alineado con otros desde China, de manera que se supone este era el climax de una peregrinación. Tiene varios niveles y en cada uno, en sentido de las manecillas del reloj hay historias. Por ejemplo, la de Buddha. Las historias están grabadas como altorelieves en las paredes. Finalmente, al llegar a la parte más alta, una serie de stupas en círculos concéntricos. Realmente fuera de serie. La mañana siguiente a las 4:30 AM me llevaron al templo (aún a oscuras) para esperar el amanecer. Como fue una mañana lluviosa, o al menos muy nublada, no apareció el astro rey con todo su esplendor, pero no puedo quejarme. La vista lo deja a uno sin respiración. Hay niebla, un cielo azul oscuro, no sé como describirlo. Simplemente mágico. Es uno de esos momentos que se antojaría poder compartir con alguien especial.
En fin. Después regresé al hotel, tomé mi desayuno y me fui a Yogjakarta. Sin embargo, estaba lloviendo fuerte por lo que tuve que esperar y para cuando la lluvia había amainado, ya era casi la una. En Indonesia todo cierra temprano, no sé si por cuestiones religiosas o qué rollo. El punto es que ya no pude entrar al Palacio el Sultán ni tampoco al Water Palace. Caminé por Malioboro. La mañana siguiente a Prambanan. Un estilo muy distinto (Estos son templos hindús). Pero no menos impresionante. Según me contó Isi, mi guía, debe haber unos 450 templos de distintos tamaños, pero la mayoría de ellos están prácticamente destruidos. Después al aeropuerto y de regreso a Singapur.