viernes, enero 20, 2006

De la amistad

No había comentado, pero todos los directivos de la división estamos tomando clases de inglés. Empezaron el miércoles pasado, y el curso está interesante. Nuestro profesor se llama Stephen y es inglés, aunque nació en Uganda. Bueno, la primera clase todos nos presentamos (era la excusa para que habláramos y él pudiera hacer un diagnóstico de nosotros). La mayoría ya nos conocemos, asi que estuvo divertido. Ayer llegaron Roberto y Claudio, del depto de diseño industrial. Como ellos no habían estado en la primer sesión, les tocó presentarse. Me llamó la atención cuando Claudio lo hizo que comentara algo acerca de la amistad mientras vives en otro país. Claudio estudió su maestría en Italia. Decía él que es un país muy bello, pero que una de las cosas que más extrañó mientras estuvo allá fue el sentido de amistad que existe entre los mexicanos. Como eso es algo que yo también sentí tanto cuando viví en Estados Unidos como cuando estuve en Singapur, quise saber qué era lo que él sentía. Por otro lado, sabiendo que Stephen ha vivido en varios países, le pregunté lo mismo. Mi intención era averigüar si ese sentimiento era simplemente por el choque cultural (en cuyo caso él también sentiría lo mismo) o si era algo muy arraigado en el sentido de amistad mexicano (ya no sé si pudiera decir latino, pues la observación de Claudio lo invalidaría).

Stephen nos dijo que él extrañaba la manera en que podía bromear o platicar con sus amigos británicos, pero que definitivamente pensaba que en países como México era mucho más fácil hacer amigos. El se cuestionaba un poco si esas amistades serían duraderas, pero por experiencia propia sé que así será. Yo tengo muy buenos amigos de la época de la prepa. Y ni hablar de mis compañeros de la carrera.

Para mí, la amistad es un pilar en mi vida, pues a lo mejor de alguna manera ha llenado muchos de los espacios vacíos que la carencia de una pareja ha dejado. Quiero mucho a mis amigos y creo que quienes me conocen lo deben saber. Me entrego sin condiciones a la amistad. Cuando viví en Estados Unidos no dejé realmente a un amigo (estadounidense). Esto a lo mejor se debió en muy buena medida al hecho de que había una buena comunidad de Mexicanos en Stanford y sus alrededores, por lo que conviví mucho con ellos, y mis amigos allá son prácticamente todos Mexicanos.

Singapur fué distinto. No había mexicanos y los pocos que había eran tal vez o mucho mayores que yo o mucho menores. Y además, el ser soltero me ponía en una situación más bien fuera del común denominador. Así que no encajaba en esa comunidad, además de que realmente quería vivir lo más cerca que pudiera con los locales. No hay mejor manera de conocer la cultura de un país que acercándote a ella. Hice amigos, Singapurenses muchos de ellos. Extranjeros otros. El mejor de ellos Andrew. Él y yo salíamos mucho, cenábamos, íbamos al cine, a los bares, incluso llegamos a viajar juntos. Fuí con él y otros chavos a Kuala Lumpur en alguna ocasión y también fuimos a Phuket cuando Edgar anduvo por allá. Lo quiero mucho y lo extraño. Sin embargo, si analizo de manera crítica la amistad, me doy cuenta de que es distinta. Quizá la barrera cultural, no lo sé a ciencia cierta. Pero lo que sí sé es que no es lo mismo que mis amistades aquí. Probablemente sea que con mis amigos de aquí comparto un pasado social común.

Como quiera que sea, estoy muy agradecido con la vida por darme los amigos que me ha dado. Y además, me ha brindado la oportunidad de cultivar esas amistades en varias partes del mundo.