miércoles, diciembre 14, 2005

Cuatro días

Así es. Me quedan cuatro días (de hecho casi tres, pues son las 3 de la tarde ya) en Singapur. Anoche cené en casa de Sharon y su esposo. Sharon preparó tinga, puerco tatemado, flan, agua de horchata y agua de jamaica. Sofía llevó ceviche. Fue una cena deliciosa, no sólo porque la comida estuvo realmente rica, sino por la compañía. Sharon y Greg son realmente hospitalarios y les estimo bien. Me da mucho gusto haberles conocido.

Y yo ando como loco. Tratando de terminar unos experimentos (en realidad ya sé que no los voy a terminar aquí, pero bueno...) aún no termino de empacar (hoy iré a comprar la maleta que me falta, para ver si todo cabe en esas dos y mi mochila). Cenaré con la otra Sofía y tengo aún pendiente enseñarle a Andrew cómo usar un blog y un par de cosas más que me preguntó el otro día.

Como que empiezo a ver Singapur con ojos distintos. Hoy mientras esperaba a Kevin para comer, estaba recordando cómo me sentí los últimos días en Stanford cuando estaba por regresar a México. En una mezcla de sentirme contento y triste. Sobre todo sé que en poco tiempo estaré comparando México con Singapur. Y me voy a sentir frustrado al comprobar una vez más de que en mi país estamos jodidos por tontos que somos. Cosas tan sencillas como el tráfico, por ejemplo, la manera en que aquí la gente se forma para esperar el taxi, el que los taxistas respetan el taxímetro... ay. Ya mejor ni le sigo.

Ok, lah.