martes, diciembre 06, 2005

Gadgets. ¿Lujo? ¿Necesidad? Parte I

Leyendo un post de Flavio, me quedé pensando acerca de los Gadgets. Cuánto dinero invertimos en ellos, y cómo, en mi caso, he pasado de casi nunca darme cuenta de su existencia a ahora comprarlos con alguna frecuencia.

Una experiencia desagradable fue cuando me compré el Axia A108. La verdad, yo tengo la culpa. Un domingo en que estaba aburrido ví que había una exposición de electrónicos y me lancé, según yo "a ver nomás". Dónde, que caminando por ahí, veo el teléfono ese. Me gustó el tamaño y la prometida funcionalidad. Combinar una PDA con un celular me agradó, sobre todo porque el Axia no es demasiado más grande que el Sony Ericsson T610 que en ese entonces tenía. En la parte de atrás, en la batería, un letrero de Windows... No me agradó mucho, pero según los vendedores, funcionaba muy bien e incluso en un futuro no muy lejano podría seleccionar entre uno de 5 sistemas operativos, incluido Linux. Total que me desprendí de unos cientos de dólares de Singapur y regresé a casa feliz de la vida. El gusto me duró poco. Esta cosa corre Windows. Adiva qué... el teléfono se "alentaba" mucho, así que pregunté en los foros de soporte de la compañía qué pasaba. Su respuesta: "Resetéalo!". Suena TAN Windows... Más adelante, comprobé que sincronizarlo con la PC era un show. Creaba entradas repetidas en el Outlook, perdí toda mi información en ambos un par de ocasiones y bueno. Un desastre. Publiqué varios mensajes en los foros de discusión del teléfono y pocas veces obtuve respuestas razonables. El software está aún inmaduro y han estado liberando versión tras versión. Más tardan en sacar una en lo que alguno de los usuarios describe bugs. Luego, en una de esas actualizaciones, por alguna extraña razón, el maldito teléfono empezó a apagar el GSM (Como se supone combina una PDA y un celular, uno podría estar trabajando en la PDA sin usar un cel, por ejemplo durante un vuelo). El punto es que si no me daba cuenta, la recepción apagada y yo feliz de la vida pensando que estaba funcionando. Para no hacer el cuento largo, después de dos idas al centro de servicio, y de muchos corajes, en una de esas, simplemente lo azoté contra el piso hasta que quedó hecho pedacitos. Me sentí tan a gusto después de eso... (claro que nada más no pienso en lo que me costó).

Total que después de reponerme del mal trago, aprendí la lección y decidí mejor comprarme una PDA y actualizar mi teléfono. De la PDA hablaré en otro mensaje. En cuanto al celular, cambié el T610 por un K750i. Este último tiene una mejor cámara (2 MegaPixeles) aunque no es lo que me hizo comprarlo. Puedo llevar mi agenda ahí, sincronizar con la PC, grabar y ver video o música. El hecho de poder comprarle una tarjeta Mini SD de gran capacidad es también una ventaja adicional.
Puedo usar el dispositivo bluethoot que me era tan útil en México cuando manejaba, cosa que no tenía el Axia.